miércoles, 2 de marzo de 2011

9 - La vergüenza, sentimiento de fracaso


"Una recaída es sinónimo de fracaso, y uno no se siente especialmente orgulloso de sus fracasos....Esa fue mi forma errónea de pensar durante mucho tiempo, y me hizo mucho daño, tanto que no se puede llegar a cuantificar"




Quizá sólo era una excusa para no dejar de jugar, quizá era otra forma diferente de engañarme, quizá era miedo a ser etiquetado, quizá era vergüenza......
El caso es que cuando volví a entrar en la dinámica del juego, el término recaída desapareció de mi presente en aquel instante. Estaba de nuevo metido en el embolado, y era reincidente.
¿Cómo me presentaba ante mi familia y les decía que había vuelto a caer? ¿Cómo volvía al hospital y qué cara le ponía a la doctora, si había fracasado en mi recuperación?

En aquella época estaba manteniendo una relación con Luna, una chica bastante más joven que yo. Más que una relación, estaba pasando por un contínuo suplicio. En todos los años que había estado con Carol, practicamente no llegamos a discutir por casi nada. Sin embargo, con Luna no había semana que no nos tiráramos los trastos a la cabeza. Fue horrible, porque yo aposté (a lo mejor éste no es el término más adecuado) todo por ella. Me enamoré y le ofrecí toda mi vida por estar a su lado. Pero Luna es una mentirosa compulsiva, y ayudó, inconscientemente, a alimentar aquel monstruo que dormitaba en mi interior, que nunca se había ido (y que nunca se irá, desafortunadamente), y le dió alas...

De repente, miedo, mucho miedo. Estaba como hacía seis años, pero con la desventaja de que ya había usado el "comodín de la familia y el de la ayuda profesional".

Fueron unos meses horrendos, me veía atado de pies y manos. Tenía que confesar o dejar de jugar por voluntad propia. Intenté solucionarlo de la manera menos traumática para todo el mundo,  explicándoselo a Luna y confesándolo de nuevo a mi madre, con la intención de solventarlo sin necesidad de tener que volver a pasar por la terapia de grupo.  Realmente no llegué a los extremos que había experimentado años atrás, pero el problema seguía ahí, no había acabado de marchar. Las convencí para que no me llevaran otra vez al hospital, craso error......

Y todo por culpa del qué dirán, por miedo a sentirme un fracasado, un paria, por vergüenza a presentarme ante el cuerpo médico y tener que volver a explicar la historia, con todo lo que aquello significaba......
Pero, qué era lo que significaba?? Ahora, en la distancia, considero que si hubiera vuelto a ir, este blog estaría llegando a su fin, pero no......no fui, y este blog, desgraciadamente, todavía tiene mucha historia que contar.


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