jueves, 10 de marzo de 2011

15 - Desafortunado en el juego...


"Me reitero, a riesgo de ser pesado....Ayer fui al supermercado para hacer la compra del mes, y disfruté como un enano. Curioso verdad? Comprar algo de pescado, patatas chips o simplemente unos yogures, algo tan normal, me parece un regalo, una bendición.....Después de haber malgastado tanto dinero (y tiempo) de la manera más absurda, ahora le doy mucho valor a todo, empezando por la vida..."


Eva....dónde estabas en todo este tiempo??




Me cuesta mucho describir a Eva, me emociono...El primer día que la vi me impactó. Con su ropa de deporte y el pelo recogido con una coleta, me pareció la mujer más hermosa del mundo. Yo caminaba saliendo de Logroño con Boro, un chico que había conocido allí, en el camino de Santiago. Me quedé totalmente prendado....
No mediamos palabra alguna durante tres días, no hizo falta. El día que se iban (ella había ido a caminar con su hermana) comimos juntos, con todo el grupo que habíamos formado en todos aquellos días, y se confirmaron mis sospechas: esa mujer me encantaba, todo lo que decía, lo que hacía.....Aunque en aquel tiempo yo tenía la autoestima muy baja y todo se quedó ahí.....

El camino de Santiago me sirvió para crecer como persona, para mantenerme fuera del póker durante aquel mes, e intentar plantearme la necesidad imperiosa de dejar de una vez por todas de jugar. Pero no tuve suficiente fuerza de voluntad y, de la misma manera que había recaído con las máquinas tragaperras años atrás, volví a "probar" que era capaz de jugar poquito y no engancharme (cómo pude ser tan inmensamente estúpido...), y evidentemente, volví a caer.

Al cabo de unos días recibí un sms de Eva....Ella seguía de vacaciones y se estaba interesando por mí! Me pareció increíble. 
Eva vive en el norte de España, estábamos a más de seiscientos kilómetros de distancia, por lo que yo en un principio había declinado cualquier acercamiento....
Durante un par de meses estuvimos hablando, vía mail, messenger, sms, y cada vez más fuimos notando una atracción especial, cada vez más volvía a tener la sensación de tener motivos por los que luchar, por los que vivir...Me estaba volviendo a enamorar. 
Pero, a la vez que me enamoraba profundamente de Eva, era incapaz de acabar con el juego, salir de esta locura.
Un buen día decidimos dar un paso más....Quedamos un fin de semana para pasarlo juntos, conocernos un poco más, etc. Desde el viernes que nos juntamos hasta el lunes que nos separamos fue......INCREÍBLE. Un fin de semana inenarrable, en el que los dos nos abrimos por completo y nos contamos nuestras vidas, el uno al otro, sin tapujos, sin barreras, completamente al desnudo, nuestras alegrías y nuestras miserias....
Eva, como cualquier ser humano, también ha sufrido lo suyo en esta vida. Mientras se abría a mi, en plena naturaleza, y me explicaba con todo lujo de detalles sus aventuras y desventuras, yo la miraba a los ojos y me avergonzaba en mi interior, porque yo...no tuve el valor suficiente para contarle toda mi verdad, no tuve el valor suficiente para hablarle de mi enfermedad....Y ese fue el primer (y quizá único) gran error que cometí con Eva, en ese momento posiblemente estaba cavando mi propia tumba.
Ahora, en la distancia, tengo la sensación de que si le hubiera contado a Eva toda la verdad aquella tarde, mi problema de adicción al juego, ella no habría querido complicarse la vida y no habríamos disfrutado de los 15 meses y 1 día que pasamos juntos. Por lo tanto pienso que, a pesar de haber obrado incorrectamente, tengo que estar contento con la decisión tomada.


Después de aquel fin de semana empezamos una relación a distancia. 
Cada dos o tres semanas, bien ella venía a Barcelona, bien yo iba a su pueblo. Después de todo tipo de experiencias en el terreno sentimental, creí encontrar a la mujer de mi vida. Los dos teníamos muy claro qué era lo que queríamos, vivir juntos, lo que no estaba claro era ni dónde ni cuándo.
Yo iba acumulando pesar en mi interior. Por un lado, tarde o temprano tenía que explicarle aquello que había quedado pendiente, que era ludópata. Pero por otro lado no quería hacerlo sin haber salido del todo, y todavía no había podido salir del todo, todavía estaba enganchado al maldito póker. Por lo tanto, fui demorando el momento...
La verdad es que no me sentía orgulloso de mi enfermedad, pero es que, a parte, no quería contárselo hasta que no estuviera "limpio", no quería que ella tuviera que sufrir gratuitamente, sin necesidad, por algo de lo cual no tenía ninguna responsabilidad.
Mi madre, en una de tantas conversaciones conmigo en las cuales me preguntaba por activa y por pasiva si seguía jugando (y yo mentira tras mentira, no, no y no..) me dijo: Se lo has dicho a Eva?? No, le dije yo. Y a qué esperas?.......Realmente esperaba a dejarlo definitivamente, pero era un pez que se muerde la cola: "se lo digo cuando lo deje", pero no podía dejarlo sin decirlo, sin ayuda..... Hay una frase que me quedó marcada, cuando leí el libro "Diario de un ludópata" de David Fernández Fernández (se lo recomiendo a todo el mundo) que dice lo siguiente:  "Sólo yo puedo, pero yo sólo no puedo....."
El tiempo pasaba, la relación se formalizaba y empezamos a hablar de dar el paso para vivir juntos. Decidimos que ella viniera aquí, y se instalara definitivamente a primeros de 2010. Yo cada mes, intentaba no caer en la trampa del póker, y cada mes volvía a caer, y SIEMPRE del mismo modo.....Voy a jugarme sólo 20€ y a ver si juego de manera inteligente y logro ganar dinero, y paso el mes sin agobios, y puedo permitirme algún lujo con mi amor....Me dediqué incluso a estudiar probabilidades, estadísitca, estaba convencido de que podía hacer negocio....Los medios de comunicación empezaron a bombardearnos con póker por todas partes, de repente se puso de moda. Se le asignó categoría de deporte (para poder publicitarlo sin problemas) y comenzaron a darle publicidad positiva: gente que se dedicaba de manera profesional, ganando miles y miles de euros mensuales, etc, etc. Yo, evidentemente, no pretendía convertirme en jugador profesional, pero si aspiraba a tener un sobresueldo gracias a mi "pericia"...
El resultado de todo esto era que, mes tras mes, acababa sin un duro, con la sensación de ser un pobre desgraciado, y de no poder estar a la altura de Eva.

Corría el mes de octubre de 2009, viernes por la noche. Yo tenía un móvil que nunca utilizaba, pero de vez en cuando encendía, ni sé por qué...Alguna vez me había llegado algún mensaje de un amigo que había conocido en el camino, pero nada más....Estaba enfrascado en mi lucha contra todo en el ordenador, perdiendo bastante dinero, a primero de mes, me encontraba mal, en tensión, no hacía más que perder y perder, y aún así buscaba desesperadamente una mano buena para "recuperar algo" y no pasar otro mes de penuria. Además, me iba con Eva de vacaciones en quince días y estaba fundiéndome lo poco con lo que contaba para ello.....Total, un DESASTRE!!!! Entonces me dió por encender el móvil, y recibí al momento una llamada desde un número oculto.....Hola!, contesté....y colgaron. No le di mayor importancia. Al poco tiempo me llamó Eva a mi número. No era la primera vez que me llamaba y me "pillaba" jugando en el ordenador, pero siempre más o menos había resuelto bien la situación. Pero en aquel momento me encontraba ido con el juego, desesperado, fuera de mí, y prefería no hablar con ella, no quería que me notara mal, y no quería perder el hilo de la partida.....Así que fui bastante escueto con ella y busqué rápidamente el modo de colgar. Ella me preguntaba, qué tal? qué me cuentas? no tienes nada que contarme?....Yo le di largas y creo que le dije que estaba cansado o alguna excusa para acabar la conversación. 
Me pasé todo el fin de semana enganchado al ordenador, sin salir de casa, hasta las 4 o 5 de la mañana cada día, perdiendo todo lo "poco" que tenía para mis vacaciones con Eva, intentando buscar la manera de poder recuperar ese dinero gastando más, sumido en un caos esperpéntico. Hablé con Eva dos o tres veces más (hablábamos muchísimo, es lo que tienen las relaciones a distancia), y en todas ellas yo no estaba concentrado en lo que me decía, y ella no hacía más que decirme que no se encontraba bien, pero tampoco profundizamos mucho.
El lunes por la mañana me encontraba en el trabajo hundido, agotado, esquizofrénico perdido, todo el fin de semana sin dormir y me había gastado casi todo el dinero...de repente Eva apareció ante mí. Nerviosa, alterada, con mal aspecto, ojerosa, con lágrimas en los ojos. Nos fuimos a un parque y me preguntó: "Rai, tienes algo que decirme? Me estás escondiendo algo, lo sé, dímelo por favor".....A mi se me partió el alma, verla así, desesperada, sufriendo, pensé que se había enterado de todo, que sabía mi problema con el juego, y se lo conté.......Le expliqué la situación, le conté todo lo que le había escondido en aquel año de relación, me derrumbé ante ella, y vomité toda la verdad ante sus oídos. Eva se quedó parada, perpleja, ensimismada. No era lo que ella creía que iba a oir, ni por asomo.. Eva pensó que la estaba engañando con otra mujer, que le estaba ocultando una infidelidad. Fue ella quien me llamó al otro teléfono con número oculto el viernes aquel. Del mismo modo que yo encendí aquel teléfono en aquel preciso instante, instintivamente y sin ningún objetivo, ella estaba mirando la agenda de su móvil y acababa de encontrar ese número que tenía de cuando estuve en el camino y, instintivamente decidió llamar para ver lo que pasaba, sin ningún objetivo....Quizá se alinearon los astros para que se supiera toda mi verdad.....


Y así sucedió....y de repente, se produce una situación rocambolesca. Yo suelto todos los demonios que me reconcomían, me siento aliviado al fin, porque sé que a partir de este momento empieza una nueva vida, y voy a volver a ser feliz, volviendo al médico, controlándome, pero con toda la verdad al descubierto de una vez, sin tener que esconderle nada.........y por contra, Eva se encuentra con que el que ella imaginaba que era el hombre de su vida, le acaba de fallar, le ha ocultado una enfermedad durante un año, y se siente dolida, y se siente engañada, y se siente.......decepcionada.

2 comentarios:

  1. No soy quién para juzgarte, pero creo que yo, como mujer, hubiera preferido saber tu verdad lo antes posible, no digo el primer fin de semana que quedásteis pero sí que más adelante, cuando viste que la cosa iba en serio. De todos modos, no te atormentes más con eso y adelante... ella te merece.

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  2. Anónimo, seguramente tienes razón, a veces las situaciones más sencillas nos las complicamos de una manera bárbara. Gracias por dejar tu comentario.

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